Tras el verano y las vacaciones, volver al colegio puede resultar una tarea dura para alguien más que los pequeños de la casa. La compra de material escolar, ropa y demás productos supone un importante desembolso económico, pero también puede conllevar un considerable coste ambiental.
La Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI) estimó que la vuelta al colegio en el 2010, costó 928 euros de media por hijo/a en el País Vasco. Esta cantidad podría rebajarse considerablemente si conseguimos concienciar a nuestros hijos/as sobre la importancia de la reutilización de materiales que quedaron en buen estado el curso anterior (estuche, mochila, ropa, etc.). Frente a la fiebre consumista y a los incesantes mensajes que incitan a estrenar todo el material en cada curso, deberíamos poner en valor el cuidado de las cosas y la responsabilidad, incidiendo en aspectos tan importantes para su futuro como la solidaridad, la generosidad, etc.
De todas formas, e independientemente del las posibilidades de reutilización, habrá una importante cantidad de material escolar que debe renovarse cada año. En este caso es conveniente tener en cuenta criterios de compra responsable, de forma que nuestra inversión no se traduzca en un impacto ambiental y social.
